27 de noviembre de 2013

Soñar

Hoy traigo otro relato que escribí en mi antiguo blog. Lo llamo relato aunque más bien es... una reflexión. Desde hace unos años, una crisis tremenda azota este mundo en el que vivimos y una de las cosas afectadas son los sueños. Pero no hablo de los sueños que tenemos cuando dormimos, no, gracias a dios esos son gratis (aún). Si quieres saber un poco de lo que hablo...

Alguna vez se ha dicho que cuando crecemos dejamos de soñar, pero no me refiero a los sueños o pesadillas que ocurren en nuestra mente cuando estamos dormidos. Ese ‘soñar’ es inevitable. Me refiero a soñar despierto, tener una meta, un deseo, un sueño. Este ‘soñar’ ¿es inevitable?
De pequeños, todos tenemos una meta o sueño: llegar a ser médico, para salvar vidas; llegar a ser profesor, por admiración a alguno que tuviste; llegar a ser astronauta, porque te fascinaría ver las estrellas y los planetas más cerca de ti; llegar a ser peluquero, electricista, actriz o actor, cantante… Como también puedes soñar tener un pony, o el arcoiris, a un suministro de chocolate para toda la vida. Sueños y deseos que pueden acercarse a la realidad o no.
Recuerdo una película en la que una chica decía: “cuando crecemos se nos muere el corazón”. Obviamente, eso no es cierto, pero puede que sea verdad en cierto modo. Esa parte de nuestro corazón, la parte soñadora ¿se “estropea” con la edad?
A medida que se crece se van cumpliendo nuestros deseos, se van alcanzando metas, o tal vez te quedes en el camino u optes por salidas más fáciles. Tal como está el mundo es difícil tener un sueño, las personas son más materiales porque la sociedad les incita a serlo. Esto es la historia de siempre ¿verdad?
No importa cómo esté el mundo, no importa el dinero que haya en bolsillo. Personas sin muchos recursos han conseguido sus sueños ¿Cómo? Constancia, esperanza y, lo más importante, sin dejar de soñar.
Actúa como una adulta, pero piensa y sueña como un niño.
Si tienes un sueño, persíguelo.



1 comentario:

Todo tipo de comentarios serán bien recibidos excepto aquellos con insultos, ofensas o críticas destructivas. Gracias y ¡vuelve pronto!